No podemos negar que la humanidad toda, está viviendo cambios vertiginosos a todo nivel. De la misma manera nuestro planeta Tierra, el Sistema Solar, la Galaxia y el Universo.
También es real que mas y mas personas están buscando vivir en paz y armonía; por otro lado vemos como se está potenciando el caos, la violencia, el abuso de poder, los des-órdenes climáticos etc. Y es natural que así ocurra porque este planeta es energía positiva y energía negativa…Yin y Yan. La energía se comporta de esa manera, no existe el polo positivo sin su contraparte el polo negativo.
El alineamiento y la armonía ocurren cuando ambos polos mantienen la tensión necesaria para estar en balance.
Ustedes se preguntarán… ¿qué tiene que ver todo esto conmigo?... ¿qué puedo hacer yo?... MUCHO. En primer lugar necesitamos informarnos investigar. Saber que cada Ser humano con sus acciones, sentimientos y pensamientos afecta profunda y directamente a su entorno. Y este a su ves nos retroalimenta.
Si lo que percibimos es una sociedad enferma, violenta, corrupta y des-organizada; cabría que nos detuviéramos unos instantes y mirásemos hacia nuestro interior y nos hiciéramos la siguiente pregunta:
¿Cuánto hay en mí de corrupción, des-armonía, violencia, abuso de poder, celos envidia, etc.?
Te invito a que observes como es tu vida cotidiana y que te fijes qué tipo de relación tienes con tu entorno más próximo que es tu familia.
La familia es la sociedad en su expresión mas pequeña, la suma de las familias conforman tu comunidad, las comunidades tu provincia, las provincias tu país, los países el planeta que tú y yo habitamos. Y si vamos mas lejos aún, nuestro planeta forma parte del sistema solar, este de la galaxia y las diferentes galaxias del Universo.
Creo firmemente que para que se produzca un cambio verdadero y fundamental, sí o sí es necesario que comencemos a ser coherent

Recordemos que una sola gota no hace al océano, pero sin esa gota no estaría completo. Y cuando un Ser humano se anima a identificar y salirse de los patrones de pensamiento y de comportamiento destructivos y autodestructivos, el entorno se ve afectado positivamente.
No importa lo que prediques, sólo tu ejemplo es lo que hará la diferencia. Los niños no aprenden de nuestras prédicas sólo incorporan el ejemplo que les damos.
“Si quieres vivir en paz amor y alegría, sólo da paz, amor y alegría”
Silvia Amar
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